pero ahora se trata de un brindis
y no brindaremos por los recuerdos sino por los
árboles del porvenir
para que el corazón y la estrella concurran al esfuerzo
común para que la voluntad sin demasiada violencia
como cosa ínfima
se extienda y apruebe las cosas de este mundo
para que yo (de regreso) después de haber hablado
mucho (una noche cualquiera) compruebe la
fatalidad de la distancia
pero levanta de cualquier manera tu copa siempre hay
una palabra que todos pueden pronunciar y el
río sigue moviendo su tarde y el puñado de tersos
inviolables pájaros
este año y todos los años has amontonado errores sobre
tu cabeza
y pensando crear tu vida sólo la has repetido
(en otro tiempo
abríamos la puerta de mañana
y entraban el sol los sombreros arrojados al viento por
los trasnochadores de la víspera
los ecos de sus conversaciones
y tu risa
aunque hacía tanto que no te veíamos)
como en otro tiempo
sin cuadrantes ni altura he llegado muchas noches este año
como una fragilidad silenciosa
en este día en esta hora
a otras tierras entregará sus manos
sus ojos han conocido otros combates más cerca de la
piedad o del odio / pero ahora se trata de un brindis
del año que comienza indiferente a su memoria o tus deseos
del año que comienza indiferente a su memoria o tus deseos
fragmento de El poeta recuerda un viejo amor al terminar el año, Edgar Bayley
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