Tuesday, December 16, 2025

Poemas de Emily Dickinson


El ajetreo en la casa
la mañana tras la muerte
es en el planeta entero
el trabajo más solemne–

A barrer el corazón;
y el amor, a su lugar:
ya no sabremos usarlo
por toda la eternidad–

*

A una abeja le robé –
y vos fuiste la razón –
tan hermoso argumenté –
que me dio su perdón.

*

¿Podré vivir de paseo
como hace la abejita,
ir sólo adonde yo quiera
y sin hombres de visita?

¿Y coquetear con las flores
y casarme con quien quiera
y vivir por todas partes,
o mejor: a la carrera?

Sin policía que mande
ni me persiga después
si acaso no tengo ganas
de verte a vos otra vez.

Fantaseé con ser abeja,
en una barca de viento
para remar a mi aire
y anclar donde halle contento.

Para la que está cautiva,
¡qué libertad, la del preso!

*

La fama es una abeja.
Tiene canción –
Tiene aguijón –
Y también tiene alas.

*

Receta para un prado: un trébol y una abeja.
Un trébol y una abeja.
Y abrirse a estar perpleja.
Con la perplejidad nomás alcanza,
si las abejas faltan.

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