No te vas a poder quedar en casa, amigue. No vas a poder colgarte jugando al Candy Crush, ni mirando videos de gatitos en TikTok, porque la revolución no va a ser por internet. La revolución no va a ser por internet. La revolución no se va a ver con filtros de SnapChat o de Instagram, en blanco y negro vintage o predeciblemente solo en blanco. La revolución no va ser por drone, ni se va a organizar en la deep web, ni va a estallar cuando se filtre el sex tape de Trump, Marine Le Pen y Putin gozando como chanchos con las manos de Perón restauradas con nail art colorinche y germicida en gel. La revolución no va a ser por internet. La revolución no va a salir en exclusiva en Netflix, producida por Tom Hanks, dirigida por Oliver Stone y protagonizada por Bad Bunny, porque lo progre no quita lo coqueto. La revolución no te va a esculpir milimétricamente los abdominales que siempre soñaste, ni te va a dotar de un portentosos miembro prensil ni te va a hacer crecer la barba de leñador más fuerte y más sedosa, porque la revolución no va a ser por internet, amigo. La revolución no te va a borrar por dermoabrasión ese tatuaje del Che que te hiciste en los noventa, No va aumentar el tráfico de tu página web, no te va a dar miles de likes, no te va a hacer un tuítstar ni un semental de Tinder. La revolución no va a ser por internet. No vas a ver por streaming a la yuta reprimiendo, meta bala de goma y gases lacrimógenos, porque dice mi abuela que le dijo un taxista que lo escuchó en la radio que a esos cabecitas negras al final no les gusta laburar, y acá necesitamos un país en serio, una revolución de la alegría. Ya nadie va a dejar comentarios anónimos en la web de los diarios, y nadie va a mirar Bailando por un sueño ni Almorzando con Mirtha ni Fútbol de primera, y ni hablar de La noche del domingo y las Gatitas y ratones de Porcel. Y les chiques, en vez de cazar Pokemones, van a estar en la calle buscando algo mejor. La revolución no va a ser por internet. No va a ser trending topic, ni van a hablar de ella en un documental coproducido por la UNESCO y Goldman Sacks que mencione al pasar a #NiUnaMenos, narrado por les hijes importades de Brad Pitt y Angelina. La banda de sonido no va a ser de U2 ni Manu Chao. Calle 13 tampoco va a poner su granito de arena, y de Silvio ni hablar: todavía va a estar buscando su unicornio. La revolución no va a ser por internet. La revolución no va a ser monetizable por Adsense, ni la vas a poder poner en tu perfil de LinkedIn que, como todo el mundo sabe, es la mentira más piadosa del capitalismo. La revolución no va a pasar el desafío de la blancura. La revolución no va a sacar el tigre que hay en vos, ni el emprendedor lleno de iniciativa. La revolución no te va a limpiar el inodoro, ni la conciencia biempensante. La revolución no te va a poner la camiseta, ni los pantalones. La revolución te va a obligar a ponerte las pilas.
La revolución va a ser en vivo. Zaidenwerg - Cover de Revolution Won't Be Televised, de Gil Scott-Heron |
Tuesday, February 06, 2024
La revolución no va a ser por internet
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