Wednesday, December 10, 2025

Uno de Francisco Garamona

Tomar vino

A la caída del sol,

Con la copa apoyada

Contra el corazón,

Y hablar y reír

Contando historias

Tontas y locas

Lejos del pasado

Que a veces 

Ensombrece las cosas.

Y ver tu silueta recortada

Contra la ventana,

Y el balcón amarillo,

Y la ropa en la soga

A la que el viento

Sacude un poco,

Lo suficiente nomás 

Para secarla

Y que al rato podamos

Doblarla y guardarla

En los armarios y cajones.

“Una vida simple” dice mi psicóloga,

“Eso mismo” digo yo.

Cae la noche con la voluptuosidad

De un animal fantástico herido.

¿Salimos a comer?

¿Vamos en tren?

Monday, December 08, 2025

Ceremonias de verano - Emma Barrandéguy


Toman mate en la galería abierta

las dos ancianas

y la persona que las cuida

y a veces las acompañan los que vienen de Buenos Aires

y desean el sol,

el sueño

y huyen de los mosquitos

con profusos artilugios

y unturas.


Enero nos trae la albahaca

y el apio, el pan dulce y los helados.


Las viejas pantallas de los años 30

con figuras de actrices de cine,

con las que se avivaba el fuego

o el calor se achicaba.


Besos extintos

se renuevan en labios de paso

y hay que aprender el lenguaje del verano

con los hermosos hombros desnudos

y las peludas piernas de los hombres,

ya algo gruesas.


Bienvenido enero,

comienzo de otro año

que quizás me desplace definitivamente.


Amo tus días severos de calor

donde conversan las hortensias

sus secretos

y la Santa Rita estalla su fucsia

en flores.


Verano existe y nosotras

tras antiguos rastros

en manos que nos tocan.

Poema de navidad - Vinicius de Moraes

Para eso fuimos hechos:

Para recordar y ser recordados

Para llorar y hacer llorar

Para enterrar a nuestros muertos-

Por eso tenemos brazos largos para los adioses

Manos para coger lo que fue dado

Dedos para cavar la tierra.


Así será nuestra vida:

Una tarde siempre para olvidar

Una estrella apagándose en la tiniebla

Un camino entre dos túmulos-

Por eso precisamos velar

Hablar bajo, pisar leve, ver

La noche dormir en silencio.


No hay mucho que decir:

Una canción sobre una cuna

Un verso, tal vez de amor

Un rezo por quién se va-

Pero que esa hora no olvide

Y por ella nuestros corazones

Se abandonen graves y simples.


Porque para eso fuimos hechos:

Para la esperanza en el milagro

Para la participación de la poesía

Para ver el rostro de la muerte-

De repente nunca más esperaremos…

Hoy la noche es joven, de la muerte, apenas

Nacemos, inmensamente.

En el ojo de agua - José Watanabe

Era un ojo de agua, una lagunilla

de donde bebíamos

gentes y caballos. La luz

no entraba en el agua, la oscuridad que venía del fondo

era más poderosa. Los niños

nos acuclillábamos en su borde redondo

y esperábamos

los pobres envíos de lo insondable.

En sus orillas había una respiración, la cadencia

de un animal muy remoto, un dios mudo

que desde su profundo lecho

mantenía la vida de todos nosotros.

Del fondo afloraban restos de algas, insectos abisales

que nadie podía cazar, pajitas, líquenes

pero todo era indescifrable.

En realidad no esperábamos nada, sólo el placer

de estar en el borde, no sabiendo nada claro, imprecisos

y un poquito idiotas.


A los cincuenta años

ya sabes que ningún dios te va a hablar claramente.

En el viejo ojo de agua

esta vez tampoco hay imágenes definitivas.

Aquí abandona tu arrogante lucidez

y bebe.


Monday, December 01, 2025

25 de diciembre de 1972 - Adrienne Rich


Me mostrás los poemas de una mujer
de mi edad o más joven,
traducidos de tu idioma

Aparecen ciertas palabras: enemigo, horno, pena
me bastan para saber
que es una mujer de mi época

obsesionada

con el Amor, nuestro tema:
le colocamos guías para que crezca por la pared como una enredadera
lo horneamos como un pan en nuestros hornos
nos lo pusimos en los tobillos como si fuera plomo
lo miramos con binoculares como si
fuera un helicóptero
que traía comida a nuestra hambruna
o el satélite
de una potencia hostil

Empiezo a ver a esa mujer
haciendo cosas: revolviendo arroz
planchando una pollera
tipeando un manuscrito hasta el amanecer

tratando de hacer una llamada
desde una cabina telefónica

el teléfono no para de sonar
en la habitación de un hombre
ella escucha que él le dice a alguien:
“No te preocupes, ya se va a cansar”
lo escucha contarle su historia a su hermana

que se convierte en su enemiga
y a su manera
va a iluminar su propio camino a la pena

sin saber que esta forma de dolor
es compartida, innecesaria
y política


Versión Ezequiel Zaidenwerg

Thursday, November 27, 2025

3 poemas de Cesare Pavese

Agonía

Andaré por las calles hasta que caiga muerta de cansancio,
sabré vivir sola y mirar a los ojos
las caras que pasan y ser siempre la misma.
Este fresco que sube a buscarme las venas
es un despertar que nunca había probado tan verdadero
en la mañana: sólo me siento más fuerte
que mi cuerpo, y un temblor frío viene con la mañana.

Quedaron lejos las mañanas en que tenía veinte años.
Y mañana, veintiuno: mañana saldré por las calles,
de las que recuerdo cada piedra y las estrías del cielo.
Desde mañana la gente volverá a mirarme
y estaré firme de pie y podré detenerme
y verme reflejada en las vidrieras. Las mañanas de antes
era joven y no lo sabía, y ni siquiera sabía
que era yo la que pasaba -una mujer, dueña
de sí misma. La flaca chica que fui
se ha despertado de un llanto de años:
ahora es como si aquel llanto no hubiese existido.

Y deseo solo colores. Los colores no lloran,
son como un despertar: mañana los colores
volverán. Cada una saldrá por la calle,
cada cuerpo un color -hasta los chicos.
Este cuerpo, vestido de rojo ligero
después de tanta palidez, tendrá de nuevo su vida.
Sentiré a mi alrededor deslizarse las miradas
y sabré ser yo: echando una ojeada
me veré entre la gente. Cada nueva mañana,
saldré por las calles buscando los colores.

*

Frases a la enamorada

Salgo a caminar en silencio con una chica
abordada en la calle, en la avenida, por la tarde,
la avenida llena de árboles y luces.
Es nuestro tercer encuentro.
La chica no puede tomar una decisión, es difícil:
no vamos al café porque odiamos a la multitud,
tampoco al cine, porque la primera vez
fuimos... porque... ya no tenemos que hacerlo más,
si no nos amamos tanto.
                            Caminemos así
hasta Po, hasta el puente, miraremos los edificios
de luz que los faroles construyen en el agua.
      La saciedad de la tercera cita.
Sé tanto de ella como un extraño podría saber,
uno que la besó y la abrazó en una sala oscura,
donde otras parejas oscuras se apretaban
y la orquesta —de un solo piano— tocaba Aída.
       Caminamos por la avenida, entre la gente.
Aquí también hay una orquesta que chilla y canta.
Hace un ruido metálico como los sacudones de los tranvías.
Estrecho a mi compañera y la miro a los ojos:
ella me mira y sonríe.
Sé tanto de ella como siempre he sabido de todos los demás,
quién trabaja, quién está triste y quién, si le preguntan
—“¿quieres morir esta noche?”- diría que sí.
—“¿Y nuestra aventura?”— “Nuestra aventura es diferente,
vamos a romper” (Hay un novio dando vueltas). 

     Oh mi hermosa niña, esta noche yo no soy el compañero
atrevido, que te ganó besándote en la calle
bajo la mirada de un anciano caballero asombrado.
Esta tarde camino pensando en la tristeza,
como tú a veces piensas en que quieres morir.
No es que quiera morir. Ese tiempo ha pasado
y luego, “no nos amamos”. Es la multitud que pasa
que me oprime y me asfixia, y tú también eres la multitud,
que, como todos, caminas a mi lado.
No es que te odie, pequeña —¿podrías pensar eso?-
pero estoy solo y siempre estaré solo.

       Aquí está el Po. —“¡Qué hermoso es!... Esta noche es de cristal.
Las columnas de luz... y la curva del muelle:
en la oscuridad casi parece la playa del mar.”
La compañera me habla alegremente y me abraza:
yo también tendré que abrazarla más fuerte en el puente.
Una orquesta lejana nos persigue hasta aquí.
Las colinas están oscuras. “¿Vendrías a las colinas?”
—“No, no a la colina. Está muy lejos. Quedémonos a mirar...”
     En el fondo esta noche ni siquiera quiero tu cuerpo,
ay mi nena hermosa, que también estás viva
para la mano que busca tu flanco.
Sé de ti tanto como siempre he sabido de todos:
que eres ávida bajo el vestido de seda azul,
que trabajas y estás triste y que un día tal vez seas mía,
si vencieras —¿quién sabe?— todos los escrúpulos.
     Pero en este momento callo y estoy solo,
como estaré hasta la muerte.
No es orgullo, niña, hace tiempo que lo olvidé.
pero no quiero, no quiero que nadie me quite la vida.

—“¿Quieres que salgamos a navegar un poco esta noche?” —“Está fresco. Mejor nos quedarnos.”
     —“Pero así no estaremos cerca” —“Pero está oscuro, nos podemos caer”.
     —“¿Qué quieres hacer aquí mirando el aire?” 
     —“Aquí es hermoso” —“Bajemos. Es más hermoso junto al agua. 
     Nos darán luz los faroles.” Le hablo, le estrecho
     la mano con suavidad y, torpemente, le doy un beso rápido
     en la mejilla. Desde debajo del sombrerito de fieltro me mira fijamente
     y luego, casi compungida, repite: “Quedémonos a mirar”.

*

Un recuerdo

No hay hombre que llegue a dejar una marca
sobre ella. Cuanto ha sido, se disipa en un sueño,
como la calle en una mañana, y sólo queda ella.
Si no fuese rozada la frente por un instante,
parecería perpleja. Sonríen las mejillas,
cada vez.

Ni siquiera se acumulan los días
sobre su mirada para cambiar la sonrisa ligera
que irradia hacia las cosas. Con dura firmeza
hace cada cosa, pero parece siempre la primera vez;
sin embargo vive hasta el último instante. Se entreabre
su sólido cuerpo, su mirada ensimismada,
a una voz acallada y un poco ronca: una voz
de hombre cansado. Y ningún cansancio la toca.

Al mirarle la boca, entorna la mirada
esperando: ninguno osaría un arrebato.
Muchos hombres saben de su ambigua sonrisa
o de la arruga imprevista. Si hubo ese hombre
que la supo gimiente, humillada de amor,
paga día tras día, ignorando por quién
ella vive este presente.

Sonríe a solas
la sonrisa más ambigua caminando por la calle.

*

Versiones de Jorge Aulicino

Wednesday, November 26, 2025

Bricolage - Marcelo Díaz


¿Qué habría observado Ponge

en esa soga blanca

de nylon trenzado? ¿Cuánto tiempo

le hubiera dedicado WCW

a trenzarla en cuatro versos?

¿Qué decir de su mudez

y su distancia inaccesibles?

Una vez, al menos, por semana, Claudio hacía

con la soga blanca un nudo, la cruzaba

por sobre un tirante y

se la calzaba al cuello.

Subido a un banco de madera contemplaba el mundo

en los pequeños objetos de su galpón:

frascos de vidrio con tornillos, una colección

de revistas deportivas de los 70,

sobrecitos con semillas de lechuga

y achicoria, y la luz que se filtraba

por una ventana no muy grande,

no muy limpia, y daba plena

en la hoja de un serrucho. Después

se quitaba la soga,

desataba el nudo,

guardaba el banco bajo una estantería,

y regaba los canteros.

Un día prueba varios nudos más pequeños

que aprendió a hacer en Malvinas,

y con la soga blanca de nylon trenzado

arma un portamaceta más o menos,

medio choto, pero firme,

que sigue ahí en el patio

con un clavel del aire.

Tuesday, November 25, 2025

Un poema salva un día - Juarroz

 Un poema salva un día.


¿Podrán varios poemas

salvar la vida entera?

¿O es suficiente sólo uno?


Todo aquello que salva

plantea este dilema.

Resolverlo es la llave

del azar de salvarse.

Saturday, October 25, 2025

Jimena Arnolfi Villarraza: Poesía en bandada / Revuelto Radio



En videollamada desde Gualeguaychú, Jimena Arnolfi Villarraza compartió la intensidad de Bandada, su último libro publicado por Santos Locos.

La poeta —también periodista y docente, autora de títulos como Campamento de supervivencia y Todo hace ruido— explora en esta obra una angustia contemporánea que se vuelve metáfora colectiva: los pájaros como imagen de resiliencia frente a la decadencia social y la desesperanza.

“Todo aquello que lloramos sin lágrimas” es el pulso que atraviesa Bandada: derrota y resistencia, libertad y memoria, palabras que todavía importan. Una escritura que no rehúye a la oscuridad, pero insiste en la fuerza de cantar y volar, incluso contra el viento.

Thursday, October 09, 2025

Poemas de Alejandro Schmidt

Perdón


Por algunos sentimientos hay que disculparse
Lo aprendí hace mucho
No aprendí prudencia
Pero sí a disculparme

Perdón por esta cicatriz aquella
Perdón por querer algo
Perdón por la sed y la mañana
Perdón por sentir mucho
Y así

Perdón y perdón
Y a ser un hombre
Siempre
Y a sufrir como un animal mojado
Mojado por la impiedad de las estrellas por la luz mayor
Perdón por escribirte
Esto que es nada
Al lado del poder
De tanta marcha
Perdón si ya ni alcanza
La maravilla el brazo
A ser valientes
seguros
eficaces
Un día
A mí también
Me pedirán
Perdón
Las piedras
Los alambres
Ese gran mar de nada
Por donde supe andar
Toda mi vida
Los desprecios
Los látigos
Y un gran ángel
Que se perdió
Buscando
Buscando
Pedirán perdón
Mis pobres trapos
Esta llanura al sol
Algunas vacas
Estaré arrodillado
para el frío milagro
del amor

Bueno
más o menos así
me sale

Por eso duermo poco
Nada
Algo
Que no es Dios
Escribe en mí y me destroza
Por eso
Quizá
Te pido mucho
Un abrazo
Un temblor
Por eso en serio
Perdoname

Te pido mucho
Es mucho pedir
Humanidad
Cuándo se es poco
Poco
Un leño pudriéndose
En infinito
Poco poco
Al lado de tantas distracciones
Y favores y componendas
Al lado de tanto creer
La realidad.



El amor es más raro que un beso en la luna

No olvidemos su extrañeza

Todos tienen algo que decir del amor y su ausencia

Hay mapas y jaulas de amor
lagunas y montañas
nadie dice nada del amor
la posesión no es el deseo

Ama y entonces
harás lo que no quieras
Decía San Agustín:
Ama y haz lo que quieras
andá a saber

Escucho

Hacer el amor
cómo

Tener sexo
cómo

Novelas pelis tele poemas
de amor
del tuyo el mío el otro
no hablan ahí

Es como que no se puede

jamás escribo del amor

sería leer un menú
una guía de turismo

amor es más raro que una manzana
amar
más frecuente

no hay días sin un amor a algo por lo menos

No olvides su extrañeza.

*

Mi corazón era un hotel

mi corazón era un hotel
vestidos de fiesta
los huéspedes se iban sin pagar
a los portazos

es cierto
a veces
una mujer lloró en sus ventanas
hasta cansarse

es cierto
yo era el que lustraba los zapatos

es cierto
hubo temporadas malas
problemas de humedad
palmeras muertas

todo eso es cierto
también la luna
y el loco que cantaba

mi corazón era un hotel
ahora parece una casa

una casita blanca.

*

algo salva

tuve un sueño en donde
estaba toda mi vida
aparecía una piedra
y otra piedra, y otra piedra

también
volaba un pajarito.


Wednesday, October 08, 2025

Los misiles apuntan a mi corazón - Selva Casal


Los misiles apuntan a mi corazón
la puerta se cerró
el viento quedó solo
ahora quién puede recuperarlo
nadie
dónde están los que matan
los asesinos son dulces en mis manos
y mi vientre es un campo de batalla

no conozco a los que me aman y ellos no me conocen

me arrancaron de un vientre de una espada
la noche fulguraba
el sol es triste y duele
es maravilloso estar vivo
es maravilloso estar muerto
arden las ramas las estrellas
mi corazón ardía
el paraíso es así fulgura y duele
huyamos
tocarás mi ventana con una hoja amarilla
y me levantaré desnuda
si sabes mi locura
despiértame
de prisa mátame
no sé quién soy no existo
pero amanezco siempre sorprendida
como de haber estado en algún sitio oculto
aprendí a deletrear tardíamente los colores
y la luz toda fue
yo no quería aprender a leer a escribir
yo no quería nada
me arrastraron
me sujetaron del pelo
me golpearon
los maestros
las instituciones los estados
ahora los misiles la otán
ahora se me caen los ojos
voy por el mundo como un estallido
porque mis amores se asemejan al viento
porque éste es un bosque precioso
donde también suceden asesinatos
los misiles apuntan a mi corazón
nos suceden catástrofes
siento una angustia cósmica
nuestros huesos al aire
me abrazo a este planeta me derrumbo
perseguimos mamuts perseguimos la luna
no estamos quietos nunca
todos
en la luz y en la muerte
somos contemporáneos
bien lo saben los dioses las estatuas
el desatino atroz de vivir en un cuerpo solo
ah qué bien ya es domingo
resucitaremos otra vez
no volveré a la escuela esta vez no estudiaré leyes
como en 1960
fue será distinto
en el tiempo de la justicia
pienso en un mar oscuro
en bestias flores
acaso ellos se salven de la perversidad
animales queridos orugas incipientes
las moscas roen nuestras entrañas
la carne constelada de las vacas es azul y renace
las arañas no nos perdonarán
ni los monos que devoramos vivos
al hombre que ayuna tuve en mi vientre
y me dio vergüenza comer
porque nosotros comemos
y envenenamos el mar y las hormigas
Cristo ven
termina simplemente mi esqueleto
Buda ven
entrañas de los niños asesinados
de la niña que fui
vulnerada asesinada
en una escalera
entonces vi cosas hermosas y grité
moría y era hermoso
mi padre se asustó
caían estrellas yo caía
holocausto
las espadas apuraron el miedo
a quién apuntan directamente estos misiles
este reto a la vida
a quiénes esta furia
a quiénes sino a mí.


De El infierno es una casa azul, 1999

Tuesday, September 23, 2025

La poesía es política: “Bandada”, de Jimena Arnolfi Villarraza

Por Inés Busquets/ Agencia Paco Urondo


Bandada, Una hipótesis contra la derrota es el último libro de Jimena Arnolfi Villarraza, editado por Santos Locos. 

En Bandada la poesía es urgente, un discurso que emerge de la misma situación del enunciado. Donde la materialidad del poema se convierte en testigo de una época, de esta época.

En Bandada la emoción se vuelve poema, la desesperanza, la incertidumbre y la resistencia tienen forma, ritmo, sonido.

El yo lírico de Jimena se construye de escenas actuales, es contemporáneo y cumple la función de iluminar las sombras. Es un grito desesperado pero también un camino, un sentido de pertenencia, el indicio de un rumbo posible. 

El yo a veces es parte de la bandada, otras solo observa y describe. 

Bandada es un libro político, alude a la crisis institucional, a la inestabilidad económica, a la construcción colectiva y lúdicamente toma postura y palabras claves como poder, trinchera, organización, futuro, pueblo, libertad, historia, derrota, urgencia, necesidad, trabajo. 


Jimena escribe a la par de la historia, avisa al final del libro la fecha en que fueron escritos los poemas, como una advertencia indica que la palabra también es un hierro caliente. 


La palabra además es otra forma de poder. Jimena se suma a la tradición de poetas argentinos que han escrito desde la trinchera, que han sabido dar testimonio, mostrar el mundo como transcurre, con el matiz propio del presente. Con tono dulce pero sentencioso, con metáforas pero con significados directos. Los poemas hacen el sentido. Aportan una mirada intrínseca de los sucesos. Hay temor y a su vez confianza en la bandada. La bandada también es el porvenir y la esperanza.


“Ganaron otros, es cierto./ Pero con todo respeto y para que se sepa:/fuimos, somos, seremos/ bandada.”

Jimena utiliza el recurso de la analogía, los pájaros, el pueblo, las personas. La bandada podría ser un conjunto de personas organizadas. La poeta se pregunta ¿esa bandada va en la misma dirección? ¿Qué hace la bandada ante el peligro? ¿La bandada asume la derrota o lucha para salir de ella? ¿Qué futuro anhela esta bandada? 


El futuro

Quiero ser ese pájaro

que viaja lejos

en una v corta

confiada

y acompañada.

 

Anhelo esa organización

La bandada vence al tiempo.

 

Avanza en perfecto equilibrio

las aves se suceden

unas a otras. Se mueven

como si fueran una sola.

 

La fuerza del grupo

expende la aventura

y confunde a los cazadores.

 

Imagino el futuro en común. 

siempre la misma pregunta.

Volar cómo.  


“¿Existe una clase de fe/ en medio de la cacería?” pregunta Jimena. 

La escritura es para Jimena lo que el vuelo es para los pájaros, el poema es el canto. 

La fe podría ser este poema: 

“Cuando la duda es fuerte,/cuando un rayo divide el cielo,/cuando todo parece caer, /en picada parece caer/ pero se levantan y cantan/ los pájaros/pero se levantan y vuelan/los pájaros,/con el viento en contra vuelan/los pájaros/y casi no avanzan,/resisten,/y casi no vuelan, sostienen/un pequeño corazón/urgente. Decime/¿con qué sueñan los pájaros?”

¿Con qué soñamos?

En Bandada Jimena se apropia de las palabras, hace uso del capital universal e identitario del pueblo, no se resigna a entregarlas en manos que las subvierten, que le otorgan otros significados, otros valores simbólicos. Como si dijera, “el léxico es nuestro” aunque nos dejen desnudos y en la intemperie. Aunque pretendan despojarnos de todo, este pueblo entiende de memoria y dominación. 

“No sabemos qué frente defender primero

hacemos lo que podemos

aguantar trabajar cuidar criar

comenzar el día para terminar el día

aquí pido un minuto para decir algo

nombrar es dominar

los pájaros como los pueblos

necesitan libertad

que no nos roben la palabra

que no se lleven la palabra libertad”.

Bandada es una voz, pero representa muchas voces. Jimena escribe y le hace cumplir a la poesía la función de oráculo, la verdadera función social, ofrece su poesía como contención. Comparte la angustia, socializa un sentimiento común. Hace de este canto una lucha colectiva. Habla y nos convoca a seguir “hasta encontrar tesoros en las cosas perdidas”

Nos anima en medio de la desolación y con la libertad de los pájaros que solo necesitan de su vuelo para vivir, sentencia: “A la hora más oscura de la historia, /pondré mi cuerpo en movimiento./Es lo único que tengo.”


https://www.agenciapacourondo.com.ar/cultura/la-poesia-es-politica-bandada-de-jimena-arnolfi-villarraza

Reseña de Bandada en Ahora x Belén Zavallo







Por Belén Zavallo

Un poema debería tener siempre pájaros en él, escribió Mary Oliver en un verso y en Bandada, el último libro de poemas de Jimena Arnolfi publicado por Santos Locos, al abrir las páginas podemos sentir que liberamos jaulas. 

Las aves con sus garras y picos allá volando, la poeta acá con esos elementos incisivos que le afilan la lengua, partes del cuerpo como instrumentos quirúrgicos que usa para enhebrar imágenes. La voz compone paisaje, sí, un ineludible paisaje que la interpela: cielo abierto y monte, pero también la poeta pájara desgarra historia, escribe como si fuera ave rapaz y carroña, sobrevuela la escena y entonces ella voz poética y en cuerpo que despega aún sin alas, dice: 

Los pájaros soportamos

el peso de la historia.

Bandada es un libro lleno de abismos, como si los versos fueran avionetas que en el aire se suspenden hasta no dar más: 

Está todo tan mal

que lloramos sin lágrimas.

Poder, poder, poder,

qué podemos hacer,

qué podemos pensar.

Estos son los apuntes de la época.

Mi cuerpo torpe se desarma

sobre el teclado.

La salud no mejora,

la convivencia no mejora,

la economía no mejora,

el día a día no mejora

y ya nos quedamos sin trabajo.

No conozco la tranquilidad,

siempre es posible lo peor.

Cuando se termina la política

empiezan los cadáveres.

Aunque roce siempre la caída, cada página remonta la derrota también en versos contundentes, Arnolfi, con algo de Gianuzzi en Las condiciones de la época, compone una voz del desgaste, pero pienso yo que como Jimena es mujer y madre, como es madre y cría, y como es poeta que escribe para creer que lo que hace vale la pena, siempre se le despierta la esperanza: 

A veces la historia

de una derrota

también puede ser

la historia de una épica.

Bandada es un manifiesto contra la anestesia, contra la inacción, es indudablemente un libro de poemas, con versos que condensan imágenes y que destellan sentidos como si tocáramos nervios del ciático y no pudiéramos volver a componer la marcha, pero el delirio aún doloroso despabila con belleza.

Bandada está lleno de preguntas que deberíamos hacernos: 

Cuando la duda es fuerte,

cuando un rayo divide el cielo,

cuando todo parece caer,

en picada parece caer,

pero se levantan y cantan

los pájaros,

pero se levantan y vuelan

los pájaros,

con el viento en contra vuelan

los pájaros,

y casi no avanzan,

resisten,

y casi no vuelan,

sostienen

un pequeño corazón

urgente. Decime,

¿con qué sueñan los pájaros?

Bandada abre los postigos hacia adentro de un corazón que parece romperse pero que se auto bombea con las propias manos y da aliento. Es la confesión del quehacer poético:

 Escribir poemas

es hablar en secreto

es cantar dulce y morirse luego.

Debería cuidarme más

pero si me protejo

no escribo.

Y aunque se pregunte si existe alguna fe que permanezca cuando los vientos sacuden tan fuerte que tumban los nidos y quiebran los huevos, Bandada es una reivindicación de los cuidados, es una insistencia en la pluralidad, una convocatoria a habitar el “nosotrxs, lxs pájarxs” o un “nosotrxs lxs que creemos que hay que enfocar la vista al cielo” , “nosotrxs lxs que miramos hasta pulverizar la rosa”, la voz invita con enfado y con belleza, con desgarro y con las heridas de los porrazos al aire libre como un signo del riesgo y como un triunfo sobre el estancamiento. Bandada llega con vuelo, con la levedad de las alas, con las cosas que señala la historia de un país que es la historia de una casa. Con la belleza que hace posible una poeta argentina, que es madre que escribe, que es mujer que se pregunta: gracias Jimena Arnolfi por esta valentía.

no giremos la cabeza hacia otro viento

no hagamos como si nada

si no hay lugar sin amenaza

sin tajo crimen soborno

sin cuerpo pronunciando odio

las palabras importan así de fuertes

del amor que nos tenemos exigimos

que sin memoria no hay libertad

que sin historia no hay libertad

que sin responsabilidad no hay libertad

https://ahora.com.ar/cultura/una-mirada-desde-la-alcantarilla-bandada-el-nuevo-libro-de-jimena-arnolfi-villaraza

Entrevista en Revista Kranear x Bandada (Santos Locos Poesía, 2025)

 

¿En qué momento empiezan a pujar los poemas que componen el libro?

Los poemas de Bandada fueron escritos entre 2023 y 2025. Empecé a escribir en estado de desolación. Me sentía mal en todo sentido. Todo se derrumbaba a mi alrededor. Hablo de política y cuando hablo de política hablo de la vida entera. Como en casi todo lo que escribo, siempre está presente la política, la intimidad y el territorio. Escribí sabiendo que lo que está mal siempre puede empeorar.

¿Cómo vivís tus procesos creativos?

Suelen ser largos y cuando termino eso que pienso que es un libro, lo dejo reposar bastante tiempo. En este caso, llevaba escribiendo dos años cuando recibí el mail de Marcos Gras, editor de Santos Locos. Eso fue a finales del año pasado. En ese momento no nos conocíamos personalmente, sólo nos habíamos leído y fue una gran sorpresa su invitación a que le envíe algo inédito. Bandada descansaba en un archivo de Word. Entonces empecé a corregir entendiendo que quizás estos poemas necesitaban salir. Son poemas que hablan de lo que nos pasa ahora y me permití confiar. Ahí empezamos un ida y vuelta con Marcos que fue muy importante para mí. Me sentí muy acompañada por su lectura lúcida, atenta, dedicada. Me encanta Santos Locos y su apuesta constante y comprometida en el hacer comunidad desde la poesía.

Hay un claro uso de la primera persona a lo largo del libro. ¿Esto así a lo largo de tu obra, o el posicionamiento se tornó indispensable para escribir estos poemas?

Me parece que en Bandada están las dos cosas. Hay una primera persona que atraviesa el libro. Los poemas protestan, aunque sea de mí misma. Por otro lado hay una insistencia en la pluralidad ya desde el título. Los pájaros están a lo largo de todo el libro. Los pájaros, si vuelan juntos, saben que son más fuertes, pueden sortear las inclemencias del tiempo y confundir a los cazadores, a los depredadores. Están los pájaros que se preguntan, que trabajan, que construyen incluso en las cavidades de los árboles muertos. Están los pájaros cuidando sus nidos cuando todo se viene abajo.

¿Yo poético o poeta? ¿Con qué definición te sentís más a gusto?

¡Me da lo mismo!

Se trata de un libro de versos cortos, como mucho, compuestos por endecasílabos. ¿Esto tiene que ver con un estado de ánimo, un recurso estilístico, o de síntesis en el uso de la fuerza de las palabras?

Paradójicamente, éste es un libro que tiene poemas mucho más largos que mis libros anteriores. Si bien hay poemas bonsái, breves, concisos, también hay poemas de largo aliento. Siempre dediqué mucho tiempo al momento de la corrección, me gusta escribir dentro de lo ya escrito. Suelo podar hasta quedarme con el carozo en la mano. Esta vez, necesité un poco más y fue una decisión darme permiso aun sintiéndome insegura con esa respiración extraña para mí. Para escribir este libro me desacomodé. De un tiempo a esta parte, cuando escribo siento algo parecido a cuando me meto en el monte. No sé muy bien qué va a pasar. Más bien todo lo contrario, recorrer el monte es perderse. Escribir es meterse entre la maleza. Hay que jugársela de alguna manera.

Allá en Gualeguaychú, ¿la relación con el monte, el fuego, el agua, los pájaros, cambió tu manera de escribir poesía?

Seguramente. Hace más de diez que vivo en el litoral y mi vida cambió muchísimo en este tiempo. Escribir también es acompañarse. Y sobre todo saber acompañarse cuando una va cambiando. Yo no vivo en la ciudad de Gualeguaychú, mi casa no está en el centro de la ciudad. Vivo en una zona de monte, granjas, chacras, huertas. Lo que escribo, lo que pienso y lo que siento está determinado por este territorio. En el poema se mete todo.

Hipótesis contra una derrota, planteás en la bajada del título del libro. ¿Se trata de una referencia a la última -la actual-, o a cualquier derrota?  

Esa bajada es una gran idea de Marcos Gras, el editor. Él consideró que además de Bandada como título había que incluir alguna pista del ánimo general de los poemas. Y cada vez me gusta más esa especie de síntesis. La política recorre todo el libro y la derrota está presente todo el tiempo. Pero también hay un momento en donde se plantea que hay que ponerse en movimiento. Sucede en Bandada y sucedió en mi vida. En un momento me di cuenta que tenía que salir de esa sensación aplastante porque si no me caía del todo. La desolación en el cuerpo es una anestesia que no te permite vivir ni ver con claridad. Desquiciarnos es parte del plan. El miedo y la angustia son emociones que conducen al disciplinamiento y a la obediencia social. Escribí con todo, a pesar de todo y contra todo. 

En un verso, decís: Cuando se termina la política, empiezan los cadáveres. ¿Podemos decir lo mismo en relación a la palabra, teniendo en cuenta que Milei y compañía la utilizan para esparcir su discurso de odio?

Sí, podemos decir lo mismo en relación a la palabra. Los gobiernos autoritarios bastardean las palabras, las vacían, las maldicen. Hay quienes piensan erróneamente que la poesía -cuando digo poesía hablo de la literatura en general- es una herramienta para distraerse o descansar del funcionamiento del mundo en general. Y en realidad la poesía es un territorio de disputa desde donde pensar la llamada realidad. Por otro lado, el verso que citás es bastante literal. Es lo que estamos viendo todos los días. Cuando se termina la política, hay vidas que corren peligro de verdad. La ausencia del Estado mata. Se murieron cien personas por fentanilo contaminado. Nadie renunció. Y todo el tiempo pasa algo más. Lo que está mal, empeora. Y empeora siempre para los más débiles, los que no son precisamente la casta.

En tu universo poético, ¿con qué sueñan los pájaros?

Ese verso al comienzo de Bandada surgió como una insistencia. Cuando al pensar en el futuro no se ve nada o al menos nada bueno, es difícil seguir. ¿Cómo hacemos para imaginar un futuro mejor si todo se derrumba a nuestro alrededor? Por eso importa insistir en la pluralidad y tomar conciencia de que no estamos solos. Es urgente y necesario sentirnos parte de una comunidad que resiste. Creo que la poesía inaugura posibilidades nuevas para hablar, para pensar, para construir. Leónidas Lamborghini decía que la poesía es subversiva. Estoy de acuerdo. Para leer y escribir, tenemos que poner en funcionamiento los engranajes de la imaginación. Y las maquinarias del poder saben que imaginar es una actividad muy peligrosa porque tiene que ver con la resistencia. Disciplinar a un pueblo también implica reducir su campo de pensamiento y recortar su imaginación hasta llevarla a la mínima expresión. Quizás ese poema habla de eso, es una invitación a hacerse la pregunta. Por lo demás, tanto en la vida como en la poesía, creo que la pregunta abre más camino que la respuesta.

Hacés uso, en varios versos, de la palabra libertad. ¿Se podrá desde la poesía reivindicar el sentido genuino de esa palabra?

También nos quisieron robar la palabra alegría. Los regímenes autoritarios intentan robarnos las palabras con el objetivo de robarnos todo lo demás. Tiene que ver con lo que venimos hablando. En las palabras se hacen interpretables los hechos. La política también es una disputa por el sentido. Y la poesía es parte de esa disputa. Estamos expuestos todos los días al uso violento de la lengua. Son tácticas fascistas que responden a estrategias históricas que buscan erosionar la democracia. Por un lado, se recortan derechos, conquistas sociales, se vacían y desfinancian áreas sensibles y fundamentales. Por otro lado, propagan el odio, la discriminación y la intolerancia. Se insulta todo el tiempo y cuando hay respuesta, suelen decir que ¡es metáfora! La violencia engendra violencia. La libertad no puede ser nunca odiar, mentir, perseguir. Somos parte de una bandada que puede decir libertad sin sonrojarse.

En otro verso hablas del ensayo, la prueba, el tanteo, como una búsqueda. ¿De ahí nace tu pulsión por la escritura?

Me gusta pensarlo de esa manera. En el ensayo está todo. El tanteo, la búsqueda, la experimentación. La falta de control. Escribir es ponerse a prueba, es saber que las fisuras quedan a la vista. La época conspira contra la imaginación, el deseo, el pensamiento y se escribe sabiendo que todo es frágil. Y me gusta que digas “pulsión”. Todo tiene que ver con el deseo y con la entrega. Fuera de la jaula y lo domesticado. Crear es un accidente. La poesía es un cuerpo precioso e imperfecto.

Decís, también, que “A veces la historia de una derrota, también puede ser la historia de una épica”, y uno ahí lee una perspectiva de futuro. ¿Es así?

No se me da muy bien el optimismo. Soy más bien, como decía Giannuzzi, una pesimista entusiasta. Y de manera contradictoria, también pienso que si no practicamos la esperanza no salimos más. Los cambios políticos son producto de las luchas sociales. Siento que estamos en un estado de inminencia permanente. Bandada habla de ir contra la derrota para ponernos en movimiento. Caer es el cincuenta por ciento de saltar. Se necesita arrojo, coraje.

¿Qué tal la experiencia, en la FED que se realizó hace poco en Buenos Aires, de la lectura que hiciste de unos poemas del libro?

Me encantó participar de la FED. La lectura que organizó Marcos Gras de Santos Locos Poesía se llamó “Fuerza, abandono, vicio y libertad: ¡Las diez mil flores del poema!”. El auditorio estaba lleno y fue muy emocionante el antes, el durante y el después. En estos tiempos apocalípticos, abrazarnos a la poesía, a la música y a todo aquello que nos reúne, es sostener la fuerza de sabernos comunidad frente a un gobierno cuya verdad última es la destrucción de todo lo común. Y esa emoción se siente cada vez que nos juntamos a compartir este tipo de actividades.

¿Están organizados los y las poetas de Gualeguaychú en espacios de lectura, talleres, centros culturales?

Acá en Gualeguaychú está lleno de poetas y artistas en general. Es un lugar muy estimulante. Tengo la suerte de compartir cotidianidad con poetas y escritores que quiero y admiro mucho. En cuanto a organización, suceden cosas todo el tiempo. Por contarte algo puntual, el pasado 1 de febrero cuando sucedió la histórica Marcha Federal Antifascista y Antirrascista LGTBNBIQ+, un grupo de compas poetas y escritores nos juntamos a hacer carteles con fragmentos de poemas. Sucedió acá en Gualeguaychú y en otras partes del país. Inspirados en el colectivo que existe hace tiempo en la Patagonia, fundamos la Asamblea de Poetas. Históricamente, los poemas suelen replicarse en las paredes, en las pintadas, en las banderas y en los carteles que se alzan en las distintas marchas. Sucede algo muy potente cuando el poema interviene en el espacio público. A Gualeguaychú se la suele llamar La ciudad de los poetas. Y además de eso, es un pueblo con trayectoria brava y luchadora.

¿Qué palabras elegís para describir la sensación que te sacude cuando publicás un nuevo libro de poesía?

Es la emoción toda junta. Es mucho vértigo también por todo lo compartido. Hay placer y también hay algo de desgarro. Escribir es terminar con la propia belleza. Una queda toda desarmada. También siento una enorme gratitud. Me parece una locura hermosa que los libros anden por ahí en lugares insospechados. Yo me siento muy afortunada cada vez que a través de las redes, me llega alguna foto de algún libro mío en otra casa, en una escuela, en un taller, en otra ciudad, en otra provincia. Es muy emocionante acortar esa distancia y saber que algo de lo que escribo llega a otras personas y entra en conversación.

Gracias a Mariano Abrevaya Dios por esta nota para Revista Kranear

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