Wednesday, July 25, 2018

Mariposas de madera - Miguel Abuelo e hijo

Mariposas de madera
yo te voy a regalar
a ver si te guardas algo
y no lo largas a volar.

Mariposas de alas de agua
no te quieras escapar.
Si te busco no te encuentro,
cuando te encuentro no estas.

Oye amigo
toma la red.
Vamos al río
ven a pescar.

Oye amiga
dame la mano
que ya es hora 
de caminar.










La canción cantada por Miguel Abuelo y su hijo, acá.

La versión del flaco, acá.




Tuesday, July 24, 2018

La rebelión de las cosas - Alicia Genovese

¿Escuchaste a las cosas hablar?
¿murmurarte su calma
cuando entrás a tu casa?
vasijas, libros, piedras recogidas
una muchedumbre por los estantes
te interpela.
¿Las escuchás rebelarse?
¿decirte de tu alteración
al manipularlas?
se vuelca la sartén
se derrama el aceite y pudo
haber sido
una catástrofe.
¿Escuchaste a las cosas hablar?
a veces incluso dar lecciones,
de termodinámica con la vibración
que las desliza,
con el calor
que las hace intratables,
o de astronomía
cuando una planta te indica
por su palidez el exceso
de luz, las entradas
del sol, según las épocas.
Maestras silenciosas del azar
y los cambios, en la repetición:
es julio y ya están abriendo
los pimpollos de jazmín.
Limpiaste de hojas el cantero
y sin buscarlo creció un helecho.
Un círculo de irregularidades
a cada instante te convoca;
verdadera academia
socrática de la convivencia.
Cada perla hallada, un mundo
completo y orgánico.
Cada día afinar
la escucha.


de La línea del desierto, Gog y Magog, 2018


Todo hace ruido - Jimena Arnolfi

Foto: Clara Muschietti


















A veces recuerdo
el primer deseo:
irme lejos
a un lugar que sea natural.
Creo en los ritmos tristes de la ruta
en las pequeñas fábulas
al costado del camino
en el verano atemporal
que vive mi cabeza.
Mantuve el amor
cuidadosamente:
lo que antes
me hacía reír
ahora me hace llorar.
Siempre es así
lo que no llora de un lado
llora del otro.
Me gusta ir al río
sentir el orden invisible
lo hermoso y putrefacto del puerto.



de Todo hace ruido, Jimena Arnolfi, 2013



Más poemas del poemario:




Thursday, July 12, 2018

Nada sucede dos veces - Wisława Szymborska

Nada sucede dos veces
ni va a suceder, por eso
sin experiencia nacemos,
sin rutina morimos.

En esta escuela del mundo
ni siendo malos estudiantes
repetimos un año,
un invierno, un verano.

No hay un día igual,
no hay dos noches parecidas,
no hay mirada en los ojos
ni dos besos que se repitan.

Ayer mientras pronunciaban
tu nombre en voz alta,
sentí como si una rosa
cayera por la ventana.

Ahora que estamos juntos,
vuelvo la cara hacia el muro.
¿Rosa? ¿Cómo es la rosa?
¿Como una flor o como
una piedra?

Dime por qué, mala hora,
te mezclas con miedo inútil.
Existes y por eso pasas.
Pasas y por eso eres así de bella.

Medio abrazados, sonrientes,
buscamos la cordura,
somos tan diferentes
como dos gotas de agua.




El enemigo - Ivonne Bordelois

Hubo una guerra. Todos la perdimos.
Hubo una historia: todos la olvidamos.
Hubo una patria; todos la vendimos.
Hubo un amor y todos traicionamos.

Una ciudad espléndida tuvimos
que se quedó sin fiestas y sin ramos.
No me pregunten cuánto la quisimos
si alguien sabe por qué la abandonamos.

Esta es mi tierra, la que yo he elegido.
Una esperanza humilde es su vestido
y el resplandor de un río enamorado.

Que alguien me diga dónde se ha escondido
el enemigo cruel, el mal nacido
que así destruye lo que más se ha amado.



Tuesday, July 10, 2018

Uno de Roque Dalton

Insoslayable para la vida,
la nueva vida me amanece: es un pequeño
sol con raíces que habré de regar mucho
e impulsar a que juegue
su propio ataque contra la cizaña.
Pequeño y pobre pan de la solidaridad,
bandera contra el frío, agua fresca para la sangre:
elementos maternos que no deben alejarse
del corazón.
Y contra la melancolía, la confianza; contra
la desesperación,
la voz del pueblo
vibrando en las ventanas de esta casa secreta.
Descubrir,
descifrar,
articular,
poner en marcha:
viejos oficios de los libertadores y los mártires
que ahora son nuestras obligaciones
y que andan por allí contándonos los pasos:
del desayuno al sueño,
del sigilo en sigilo,
de acción en acción,
de vida en vida.



Escribir - Leila Guerriero

Hay que amasar el pan. Hay que amasar el pan con brío, con indiferencia, con ira, con ambición, pensando en otra cosa. Hay que amasar el pan en días fríos y en días de verano, con sol, con humedad, con lluvia helada. Hay que amasar el pan sin ganas de amasar el pan. Hay que amasar el pan con las manos, con la punta de los dedos, con los antebrazos, con los hombros, con fuerza y con debilidad y con resfrío. Hay que amasar el pan con rencor, con tristeza, con recuerdos, con el corazón hecho pedazos, con los muertos. Hay que amasar el pan pensando en lo que se va a hacer después. Hay que amasar el pan como si no fuera a hacerse nada, nunca más, después. Hay que amasar el pan con harina, con agua, con sal, con levadura, con manteca, con sésamo, con amapola. Hay que amasar el pan con valor, con receta, con improvisación, con dudas. Con la certeza de que va a fallar. Con la certeza de que saldrá bien. Hay que amasar el pan con pánico a no poder hacerlo nunca más, a que se queme, a que salga crudo, a que no le guste a nadie. Hay que amasar el pan todas las semanas, de todos los meses, de todos los años, sin pensar que habrá que amasar el pan todas las semanas de todos los meses de todos los años: hay que amasar el pan como si fuera la primera vez. Habrá que amasar el pan cuando ella se muera, hubo que amasar el pan cuando ella se murió, hay que amasar el pan antes de partir de viaje, y al regreso, y durante el viaje hay que pensar en amasar el pan: en amasar el pan cuando se vuelva a casa. Hay que amasar el pan con cansancio, por cansancio, contra el cansancio. Hay que amasar el pan sin humildad, con empeño, con odio, con desprecio, con ferocidad, con saña. Como si todo estuviera al fin por acabarse. Como si todo estuviera al fin por empezar. Hay que amasar el pan para vivir, porque se vive, para seguir viviendo. Escribir. Amasar el pan. No hay diferencia.



Thursday, July 05, 2018

Infancia - Rainer María Rilke

Sería bueno meditar mucho, para
expresar algo de lo así perdido,
de aquellas largas tardes de la infancia
que así nunca volvieron... ¿y por qué?

Aún nos acordamos... quizás en una lluvia,
pero ya no sabemos lo que eso significa;
nunca más estuvo la vida tan llena
de encuentros, de volverse a ver, de seguir avanzando

como entonces, cuando no nos sucedía más
que lo que sucede a una cosa y a un animal:
vivíamos entonces lo suyo como humano
y nos llenábamos hasta el borde de figuras.

Y nos hicimos tan solitarios como un pastor,
y tan sobrecargados de grandes lejanías,
y como desde lejos tocados y elegidos,
y lentamente, como un largo hilo nuevo,
insertados en aquellas series de imágenes
en que ahora nos desconcierta persistir.


Domingo - Juan L. Ortiz

El sol y el viento, solos, sobre el pueblo.
Alegría de cal, de callejones últimos
entre un pudor de ramas,
por donde mis paseados, lentos días
salían a suaves campos.
Vecino era del agua y de la luz.

Campanas. Oh, la infancia que era como estas hojas,
gracia viva del aire y los reflejos
bajo la penetrante, mansa mirada de la tarde.


Vegetal - Estela Figueroa













Como la erika
que antes de secarse
produce un hijo.

Pero también como la orquídea
orgullosa y sola.

Como el sauce
inclinado
hacia el río quieto.

Pero también como la grevilea
que enfrenta
los vientos más feroces.

Frágil como los pensamientos
a los que una ligera
lluvia aplasta.

Abierta como el paraíso
que juega
con las gotas.

Manos desconocidas
revolvieron el césped
donde escribí palabras.

¿Buscaban tesoros ocultos?

Soy hosca
como el cactus.


Monday, July 02, 2018

Credo y Técnica de la Prosa Moderna por Jack Kerouac

















1) Secretas libretas garabateadas y desenfrenadas páginas mecanografiadas para tu propio deleite.

2) Resignado a todo, abierto, atento.

3) Trata de no emborracharte nunca fuera de tu casa.

4) Ama tu vida.

5) Algo que sientes hallará su propia forma.

6) Sé un loco santo silencioso de la mente.

7) Sopla tan hondo como quieras soplar.

8) Escribe sin base lo que quieras desde el cimiento de la mente.

9) Las innombrables visiones del individuo.

10) Ningún tiempo para poesía sino exactamente lo que es.

11) Tics visionarios temblándote en el pecho.

12) Con hipnótica fijación soñar sobre el objeto que tienes ante ti.

13) Elimina las inhibiciones literarias, gramáticas y sintácticas.

14) Como Proust sé un viejo dopado del tiempo.

15) Decir la verdadera historia del mundo en monólogo interior.

16) El centro preciso de interés es el ojo dentro del ojo.

17) Escribe para ti recordando y asombrándote.

18) Trabaja hacia fuera desde el expresivo ojo central, nadando en el mar del lenguaje.

19) Acepta perder para siempre.

20) Cree en el santo contorno de la vida.

21) Lucha para dibujar el torrente que ya existe intacto en la mente.

22) No pienses en palabras cuando te detengas sino para ver mejor el cuadro.

23) Conserva la huella de cada día en la fecha que blasona tus mañanas.

24) Ni temor ni vergüenza en la dignidad de tu experiencia, lenguaje y conocimiento.

25) Escribe para que el mundo lea y vea tus exactas fotografías de él.

26) Un libro de cine es la película en palabras, la forma visual americana.

27) Elogio del Carácter en la Fría inhumana Soledad.

28) Composiciones salvajes, indisciplinadas, puras, brotando desde abajo, cuanto más locas mejor.

29) Eres un genio todo el tiempo.

30) Director-escritor de películas terrestres patrocinadas y angelizadas en el cielo.

Uno de Juan Manuel Inchauspe porque tengo frío








Es temprano aún.
Miro la oscura mañana en la ventana.
La cortina amarilla no está.
Aguda y grave
escucho las dos voces el viento
y, súbitamente, siento frío.
Me froto los tobillos. Las rodillas.
Golpeo las manos:
“Ninguna mano aplaude sola”.
Frente a la pared
sacudo los brazos como un espantapájaros;
lucho con la rapidez de mi sombra
y después recito de un tirón:
“Para entrar en el reino de lo cálido
tenemos que aprender a salir de la frialdad”.

"Hay leña" en La Primera Piedra

Gracias a Gustavo Yuste por la lectura y el espacio. Comparto un fragmento de la reseña caprichosa:
"Sin necesidad de adornos, los versos de Arnolfi son sencillos, bellos y punzantes como un árbol que recorta el horizonte.
Se puede decir, en definitiva, que hay una clara intención a lo largo de Hay leña, pero Arnolfi no muestra todas las cartas, sino que las deposita de a una, como una gotera que acompaña la cadencia del tiempo. La brevedad de sus poemas es inversamente proporcional a su profundidad y ahí radica el hechizo con el lector. Como un ruido de pájaros al atardecer, estos poemas quedan resonando en la mente aún cuando ya solo queda el silencio".

Foto: La Primera Piedra

Quiero la siguiente palabra - Clarice Lispector















Quiero escribirte como quien aprende. Fotografío cada instante. Profundizo en las palabras como si pintase, más que un objeto, su sombra.

No quiero preguntar por qué, se puede preguntar siempre por qué y siempre continuar sin respuesta: ¿conseguiré entregarme al expectante silencio que sigue a una pregunta sin respuesta?

Aunque adivine que en algún lugar o en algún tiempo existe la gran respuesta para mí. Y después sabré cómo pintar y escribir, después de la extraña pero íntima respuesta.

Escúchame, escucha el silencio. Lo que te hablo nunca es lo que te hablo y sí otra cosa.

Capta esa cosa que se me escapa y sin embargo vivo de ella y estoy ante la brillante oscuridad.

Un instante me lleva insensiblemente a otro y el tema atemático se va desarrollando sin plano pero geométrico como las figuras sucesivas en un caleidoscopio.





Fragmentos de Agua viva, de Clarice Lispector

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