Friday, December 19, 2025
Los misterios siguen - Hilda Doolittle
Los misterios siguen,
mantengo el mismo
ciclo de siembra
y de sol y lluvia;
Diosa en la hierba,
yo multiplico,
renuevo y bendigo
Dios del vino;
Yo retengo la ley,
mantengo vivos los misterios,
el primero de estos
nombrar a los vivos, a los muertos;
Soy vino tinto y pan.
Mantengo la ley,
mantengo vivos los misterios,
soy el vino,
las ramas, vos
y vos.
*
Eros
I.
¿A dónde nos está llevando
ahora que ha vuelto?
¿A dónde nos llevará esto,
esta fiebre,
que se dispersa en la luz?
Nada que hayamos sentido,
nada que hayamos soñado,
o conjurado en la noche
o formado en soledad,
se iguala a esto.
¿A dónde nos lleva Eros
ahora que ha vuelto?
II.
Mi boca está mojada con tu vida,
mis ojos cegados por tu rostro,
que es un corazón que
siente la música íntima.
Mi mente está atrapada,
debilitada por ella
(¿a dónde nos lleva el amor?),
mis labios están mojados con tu vida.
En mi cuerpo había perlas salpicadas
por tintes jónicos, púrpuras,
visibles, intensas a través de lo blanco.
III.
Retén el amor y sale volando
con su arco,
hacia arriba, burlándonos,
retén el amor y se burla
y escapa.
Retén el amor y se aleja
hacia otro mundo,
dejándonos atrás.
Retén el amor y se mofa,
ah, amargo y dulce,
tu dulzura es más cruel
que tus daños.
Miel y sal,
fuego que sale de la roca
para encontrar el fuego
derramado del Héspero.
Fuego que se lanzó a lo alto y halló el fuego,
y en ese momento,
el amor entró en nosotros.
IV.
Si pudiera ser retenido,
Eros estuvo prisionero durante mucho tiempo
y enfermo de encierro,
si pudiera ser conservado Eros,
otros lo hubieran tomado
y destruido su vida.
Si pudiera ser retenido Eros,
hemos pecado contra el gran dios,
también nosotros podríamos haberlo encerrado del todo.
Si pudiera ser conservado Eros,
no, agradezcámosle a él y a las brillantes diosas
que nos dejó.
V.
Ah, el amor es amargo y dulce
pero qué es más dulce
lo amargo o lo dulce,
nadie lo ha dicho.
El amor es amargo,
pero ¿puede la sal estropear las flores del mar,
el dolor, la alegría?
¿Es amargo devolverle
amor a tu amante si lo desea
para un nuevo favorito,
quién puede decir,
o acaso es dulce?
¿Es dulce poseer completamente
o es amargo,
amargo como la ceniza?
VI.
Yo me había creído frágil,
un pétalo
iluminado
como una hoja debajo de hojas.
Había pensado que yo era frágil;
una lámpara,
cáscara, marfil o corteza de perla
a punto de ser destruida,
con la llama gastada.
Grité:
Debo morir,
estoy abandonada en esta oscuridad,
una paria, desesperada,
ese fuego que me arrastró hasta el Héspero.
Luego llegó el día.
VII.
¿Para qué una lámpara
cuando el día nos ilumina,
para qué retener el amor
cuando el amor se posa
con tan radiantes alas sobre nosotros?
¿Para qué?
Pero para cantar el amor,
el amor debe primero destruirnos.
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