Thursday, August 03, 2017

Estas palabras de María Folatelli sobre los poemas de *Hay leña* me emocionaron mucho 🔥 ✨ 💛

📚 «La primera sensación, crac, es un crujido, crich. El sonido crepitante de la mutación.

Algo cae por su propio peso, se suelta o se arroja. Se corta la maleza, se limpia la zona. Hay leña. Y porque hay leña, crac, habrá un fuego, crich, donde lo sagrado se torna materia palpable. Donde las preguntas arden sin ser nombradas: ¿qué hay tan adentro? ¿qué hay por debajo? ¿cómo se produce la magia? ¿qué tesoros se esconden entre las raíces?
Así, Jimena inaugura una nueva cadencia en el aliento de su escritura. Un orden que busca alcanzar una intuición viviente de los estados y las cosas. “Quiero darme entera al monte”, dice y arremete. Sus poemas son como criaturas que se desplazan en una atmósfera donde la naturaleza avanza en desmesura, pero lo hace bajo un ritmo fluvial que “nace y deshace con paciencia”, purgando lentamente cada uno de sus mecanismos habituales. “En una tierra así todo puede suceder”, advierte y agrega: “El monte reclama un ojo activo”. Y ese es el modo en el que Jimena se afirma en el mundo: con miedo pero con fe. Ante todo, con presencia. Sabe que la distancia no la vuelve feliz, sino fuerte. Sabe que la memoria es un tejido que se pega al rostro con frecuencia. Sabe que todo es por lucha y necesidad. Pero también sabe, que aún en su estrategia de mantener la herida siempre abierta, la vida pulsa hacia la tranquilidad, la belleza y la protección.
Y si la mente insiste con ser siempre un campo de batalla; y si lo único que puede traducir el cuerpo es que no se sabe qué sentir; y si el corazón igual resiste; es ahí donde su poesía sugiere la perspicacia de no tomarse tan en serio. Como quien “señala su cabeza/ y dice a los vigilantes: ‘Acá tengo un millón de ideas’”, así, de esa forma, es que la ironía sale a dar hachazos a un sentimentalismo que por momentos se torna brutal.
“Escribimos lo que no sabemos tocar”, dice. Jimena escribe con esas mismas manos que alguien recoge para sentir en ellas el aroma fresco de las cosas buenas.
Crac, crich, el sonido de la mutación y allá en el fondo, un árbol que se creía muerto, empezando a florecer.» 📚





1 comment:

Julián said...

¿dónde podemos conseguir el libro?

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